Me
acusa de ansiedades la mente y yo a ella de raciocinios prepotentes. Se agota
en vericuetos fundados para asimilarme lo obvio y yo con despreocupada
admiración de su certeza procrastino mi entereza a los cuatro tiempos.
Deshonra
y belleza hay en tanta batalla de futuros carente. Vástagos de una prisión se
arremolinan en fangosas veredas. Pero eso sí, como si un Ícaro fueran, pasan
criterios a los anacoretas.
Y
observan (ambas) aleladas (ambas) como se escapa y se escapa la tantaleada
maleza y para colmo de males en una ignota quimera a cuestas. Y aleladas
sonríen con esculpidas molduras sonrisadas completas de perlas.
Escolta
de castillos cuya mi misión es cultivar la puerta mas nunca acercarse a la
mútida piedra de la recámara bella. ¡Cuidadla! ¡Cuidadla! Que el campeón está
cerca. El muerto y el próximo y yo cuidando la puerta.
Si
cierro la llave olvido la puerta. Si la puerta no me sabe ¿Por qué no cuidarla
me aterra? ¿Si soy tan vidrio a los ojos de tanta piedra?
Idiotas
de mí, no hay ya princesas, sonrisas y media vuelta.
5 comentarios:
SO RE LORO ME BORRA LO COMENTARIO
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